Como un espacio de intercambio fructífero sobre las oportunidades de cooperación y las áreas potenciales que ambas partes podrían desarrollar devino este miércoles el panel dedicado a la Unión Económica Euroasiática y las oportunidades de inversión extranjera, durante la tercera jornada de la 39 Feria Internacional de La Habana.
Artak Kamalyan, miembro del Colegio y Ministro de Industria y Complejo Agroindustrial de la Comisión Económica Euroasiática, reafirmó que Cuba es uno de los socios estratégicos de la Unión Económica Euroasiática en América Latina.
Elogió la estrecha cooperación existente y expresó confianza en que juntas, ambas partes alcanzarán los resultados propuestos en los procesos de integración en beneficio mutuo.
En el espacio fueron abordados el desarrollo de las capacidades sociales de Cuba, el impulso de encadenamientos productivos, la sustitución efectiva de importaciones y la gestión innovadora de los proyectos de inversión y cooperación, elementos fundamentales para el plan de desarrollo económico y social hasta el año 2030, donde se busca articular estrategias de inversión en Cuba en todos los países miembros de la Unión Económica Euroasiática (UEEA).
En ese contexto, trascendieron en el panel las posibilidades que ofrece la relación de Cuba con ese abarcador proyecto de integración.
Ana Teresa Igarza Martínez, directora general de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), destacó las oportunidades en ese enclave, especialmente con la propuesta presentada en febrero de 2022 al Colegio de la Comisión Económica Euroasiática.
Cuba, como la principal isla del Caribe, tiene una ubicación geográfica estratégica y una estabilidad política y económica que data de más de sesenta años. “Además, tenemos relaciones duraderas con los países miembros de la UEEA”, dijo Igarza.
Explicó que la ZEDM cuenta con un marco legal atractivo, infraestructuras de transporte y logística, mano de obra altamente calificada y acuerdos comerciales con países vecinos, y destacó cuatro elementos claves allí: infraestructuras de alto estándar, un régimen financiero favorable, un sistema de ventanilla única y beneficios fiscales.
“En la zona se han establecido 64 negocios con una inversión de más de 3 300 millones de dólares. Estamos presentes en sectores como el inmobiliario, la logística, el transporte, la industria y la alimentación. La zona ofrece una sinergia para las empresas de la Unión Económica Euroasiática, permitiendo el intercambio de bienes y servicios”, sostuvo la directora general del enclave.
“Nuestro objetivo es desarrollar las industrias de la Unión Económica Euroasiática, aprovechando la terminal de contenedores y exportando hacia América Latina y el Caribe. Promovemos la producción de alimentos, la industria en base y embalaje, la metalmecánica, la medicina, la construcción, los electrodomésticos y bienes de consumo general, así como el uso de energías renovables”, destacó.
El siguiente paso –añadió– sería designar la entidad que desarrollará el parque industrial y buscar financiamiento.
Por su parte, Mayda Mauri Pérez, vicepresidenta primera de BioCubaFarma, constituido en 2012, expuso las metas principales del grupo: satisfacer las necesidades del sistema nacional de salud cubano mediante la investigación, el desarrollo y la producción de productos biofarmacéuticos, y promover las exportaciones y poner los avances científicos de Cuba al servicio de la humanidad.
El grupo empresarial cuenta actualmente con 45 empresas, 20 unidades de ciencia y técnica, 115 líneas de producción y más de 20 000 trabajadores altamente calificados.
“La fortaleza de BioCubaFarma radica en su capacidad para incorporar proyectos de investigación y desarrollo de alto valor agregado a su cartera de productos, gracias al capital humano altamente calificado. Actualmente, exporta productos a más de 50 países y posee más de 800 registros médicos y 2 000 patentes internacionales”, destacó Mauri Pérez.
La directiva apuntó que la organización tiene presencia en diversas modalidades de negocio a nivel internacional, incluyendo empresas mixtas en China, Tailandia, Singapur, España y recientemente con Estados Unidos en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.
“A pesar de las limitaciones políticas, aún existen oportunidades de inversión que deben explorarse con los países de la Unión Económica Euroasiática y otros aliados estratégicos”, señaló.
BioCubaFarma –apuntó su vicepresidenta primera– “reconoce la importancia de superar las barreras regulatorias para ingresar a los mercados de la región euroasiática y está trabajando en conjunto con los países miembros en la construcción de un marco regulatorio favorable para los productos cubanos”.
Al abordar cuestiones de la UEEA, Kamalyan, miembro del Colegio y Ministro de Industria y Complejo Agroindustrial de la Comisión Económica Euroasiática, resaltó la importancia de garantizar el flujo de inversión y transferencia de tecnologías como parte de una infraestructura sólida.
Mencionó la experiencia de varios países, como China, en el establecimiento de zonas económicas y el desarrollo de proyectos de inversión, e insistió en la importancia de considerar factores como la materia prima, la fuerza laboral calificada y la logística para el desarrollo de producciones concretas.
Kamalyan llamó la atención sobre la necesidad de fomentar la colaboración a nivel estatal, involucrando institutos de desarrollo y sistemas mixtos de financiamiento, con el objetivo de crear nuevas cadenas de valor agregado y garantizar la transferencia de tecnología a nuevos mercados.
El funcionario de la UEEA hizo hincapié en la relevancia de preparar un sistema de formación acelerada de personal para los mercados del futuro, destacando el papel crucial del capital humano en la Unión Económica Euroasiática y en Cuba, y en la necesidad de implementar políticas innovadoras en el bloque que influyan en los mercados potenciales y promuevan el crecimiento económico.
También intervino en el panel Ezhov Dmitry Pablovich, jefe de la sección de colaboración internacional del Departamento de Desarrollo de la Integración de la Comisión Económica Euroasiática, quien recordó que la Unión Económica Euroasiática está implementando un programa de desarrollo hasta 2025 y se están elaborando enfoques para la estrategia de desarrollo futuro, con una planificación hasta 2030-2040.
Explicó que en estos documentos estratégicos, la Comisión y los Estados miembros dedican una sección al trabajo con los Estados observadores en el futuro.
“Creo que, una vez adoptado dicho documento, los expertos cubanos podrían priorizar la profundización de la integración y establecer una relación causal con los planes de modernización de la economía en Cuba”, dijo.
“En el futuro, se seguirán los enfoques avanzados en el marco de la integración euroasiática, especialmente en áreas relacionadas con la digitalización de la economía y la agenda digital. Si estos avances en el marco de la Comisión y la Unión son de interés para los colegas cubanos, nuestros colegas de la Comisión estarán encantados de compartir nuestros enfoques y mejores prácticas.
“Quiero enfatizar que nuestra colaboración con la parte cubana está formalizada y se está desarrollando en el marco del plan hasta 2025. Además, planeamos celebrar la próxima reunión de los grupos de trabajo con la parte cubana en los próximos meses. Se espera que tenga lugar en La Habana a principios de 2024.
“Junto con el Ministerio de Comercio Exterior cubano, estamos llevando a cabo los preparativos correspondientes para ese encuentro”, dijo Pablovich.
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